1.
Hoy es el comienzo de una amistad muy especial entre Jesús y tú. A través de la Primera Comunión, el cuerpo de Jesús sacramentado vivirá en ti para siempre. ¿Y esto qué significa? Muchas cosas. Por un lado, quiere decir que tendrás un amigo dentro de tu corazón que estará a tu lado para cuidarte y guiarte siempre por el camino de la vida cristiana.
Por otro, debes saber que esta unión que hoy hacen con tu amigo Jesús es tan importante porque te llenará de paz y de amor. La paz que viene de Dios Padre es eterna, es decir que dura para siempre y por eso es una paz única que llena y sana el alma. ¡Y qué decir del amor de Jesús! Amor puro que no conoce de maldad, amor incondicional que estará siempre para ti sin importar lo que suceda y amor misericordioso que todo lo perdona.
Nunca olvides el día de hoy, el día que recibes a tu mejor amigo.
2.
¡Hoy estamos todos de fiesta! Quienes te amamos sabemos de la importancia de tu Primera Comunión. Durante un tiempo te dedicaste a conocer a Jesús y hoy ya puedes recibir su Cuerpo por primera vez.
Celebremos juntos que desde hoy y para siempre Jesús se quedará contigo para ayudarte a crecer en la fe cristiana.
3.
Las puertas de tu corazón se han abierto para recibir a un compañero muy especial… a Jesús, quien ha resucitado y ahora late en tu corazón, llenándolo de vida y amor eterno.
Al recibir la Primera Comunión, estás recibiendo nada más ni nada menos que al cuerpo de Cristo que se quedará a vivir contigo para siempre.
4.
Tu Primera Comunión significa que vas a estar cada día más cerca de Jesús y que vas a crecer en amistad con Él. Hoy te conviertes también en un canal que El Señor puede usar para llenar de alegría y gozo celestial a tus amigos y familiares.
Comulgar es acercarse a Dios de una manera más directa, íntima y personal. Recibir el cuerpo de Cristo es algo realmente transformador. Es una sensación única e inexplicable que todas las personas tienen el privilegio de experimentar.
El sacramento de la Comunión es uno de los más puros y nobles porque le ofrece a las personas la posibilidad de conocer a Dios en una dimensión superior. Se trata de una experiencia religiosa muy hermosa y quienes la viven se sienten en calma, amor y paz.
Recibir la Primera Comunión es un acto glorioso. La hostia consagrada representa el cuerpo y la sangre de Cristo, y quienes la toman son bienaventurados y bendecidos profundamente.
La Primera Comunión es un sacramento digno de alabanzas y devoción. Quienes la reciben comulgan, y además la Eucaristía se convierte en un momento de amor, esperanza y perdón.
Dios está presente en todos lados, pero sobre todo en el acto de la Primera Comunión. Él está allí, en forma de hostia consagrada. Ese es su cuerpo y su sangre, la misma que derramó para redimir al hombre y librarlo del pecado. Este es un sacramento bendito.
La Primera Comunión invita a la reflexión. Hace que el hombre deje a un lado todo lo banal y le preste atención al Dios Todopoderoso y a su inmenso amor y devoción.
Quienes reciben la Primera Comunión tienen la dicha de conocer a Dios en todo su esplendor. Él los bendice y los invita a seguir sus designios para vivir en paz y amor.
La Primera Comunión acerca más al cristiano al reino de Dios. Cristo se manifiesta en la hostia, es él, su cuerpo y su sangre están representadas en ese pedacito de pan. Bienaventurados aquellos que deciden cumplir con este sacramento y vivir en comunión.