Intentar hacer entrar en razón a un hombre necio es perder por completo el tiempo.
La necedad extrema de algunos hombres debería considerarse delito porque nos roba la paz en un suspiro.
Ante los hombres necios la discusión está perdida aún antes de comenzar ¿Con uno de ellos realmente tu saliva quieres malgastar?
Escoge tus batallas con los hombres necios porque si no lo haces te quedarás sin aliento. Y sin ganas de volver a discutir.
Los hombres necios siempre están a la defensiva. Si les contradices iniciarás una batalla sin igual que la mayoría de las veces no vale la pena librar ¿Para qué perder tu tiempo si harán lo que querían hacer desde el comienzo?
Frases de hombres NECIOS
La necedad de algunos hombres es tan grande que hasta podría matarles: “No cruces ese puente porque está dañado”, les advierten e igual lo cruzan, “No atravieses ese camino que es peligroso” Les advierten e igual lo atraviesan ¿Solo ellos no se dan cuenta de que hasta se pueden matar?
Los hombres y su eterna necedad solo nos provocan los más terribles dolores de cabeza.
Nadie puede hacernos perder más rápido la calma que un hombre necio que no entre en razón con nada.
¿Será que los hombres no pueden descansar de su necedad tan siquiera un día? Los que estamos cerca de ellos anhelamos un descanso con ansías.
No sufras por su eterna necedad, mejor espera tu venganza y jáctate de decirle: “Te lo advertí”, en el momento correcto. Lo odiará pero tal vez aprenda así una lección de humildad.
Hay hombres tan necios que no son capaces de comprender que equivocarse es inherente a nuestro ser. Ellos necesitan aprender humildad porque durante toda su vida muchas veces se van a equivocar.
Hay hombres tan necios que se niegan a preguntar una dirección y por culpa de ellos nos hemos perdido sin razón ¿Les ha pasado?
Los hombres se vuelven más necios cuando conducen, se creen los dueños de la pista y no permiten que nadie les contradiga ni siquiera cuando olvidan encender las luces.
Los hombres necios que desean hacer todo sin la mínima ayuda luego corren por ella para arreglar los desastres que provocaron con su necedad.
No pierdas tu tiempo tratando de aconsejar o ayudar a un hombre necio, déjale que descubra por sí mismo que no puede hacerlo todo solo, si no lo haces su necedad crecerá. Si eso pasa ¿Lo vas a poder soportar?
Si no escucha razones, es solo un necio, déjale solo para que por su cuenta razone, tarde o temprano lo hará, ojalá que cuando lo haga el desastre que haya provocado aún se pueda reparar.
Preocuparse por un hombre necio es vivir preocupado todo el tiempo. No hay fuente mayor de estrés que esa.
Hay hombres tan necios que se mantienen firmes con una opinión aún después de saber que se han equivocado solo para no admitirlo.
Decir: “Odio a los hombres necios” es asegurar que se odia a todos los hombres en la faz de la tierra porque todos ellos nacen con un nivel alto de necedad.
Los necios deberían de valorar más a las personas que siempre están a su lado. No tienen ni idea de lo difícil que es para los demás lidiar con su eterna necedad.
Los hombres parecen ser necios de nacimiento. Es difícil ganar una discusión con cualquiera de ellos pero nosotras no nos rendimos ante su terquedad sin fin. Eso nos convierte en sus rivales eternas. Hombres y mujeres siempre tenemos una razón para pelear.
Algunos hombres parecen tener la necedad tatuada en lo más profundo de su ser. De ella no parecen poderse deshacer.
Lo peor de todo es que los necios a menudo piden consejos pero no suelen seguir ninguno ¿Para qué los piden entonces? ¿Para burlarse de nuestro intento de ayudarles?
Mejor no aconsejes a un necio si no te lo pidió, pensará que le mientes para perjudicarlo porque su propia necedad no le permitirá reconocer que le hablas con la verdad.
Si ya le advertiste y te ignoró por necedad, deja ya de preocuparte, hiciste lo que pudiste ahora que asuma las consecuencias de sus actos.