Mi gato hermoso, mi razón para sonreír. Te amo tanto, pequeño minino, que no sabría vivir sin ti.
Es suave y afilado, pero mi gato no tiene nada que yo no ame.
Cuando peor me sentí, el cielo me mandó un ángel. No me avergüenza decir que mi gato, me hizo recuperarme. Yo por ello, siempre diré Gracias michi.
Mis piernas están llenas de marcas por los rasguños. Pero la marca más grande, la lleva mi corazón. Y es el amor que siento por mi gata.
Desde tus lindas patitas, hasta tus largos bigotes, lo amo todo. Eres adorable, dulce y la mejor compañía que puedo desear.
Mensajes para gatos de amor
Los gatos enseñan de amor. De un amor maduro, uno basado en el respeto y la independencia, pero que no por eso es frío, ni deshonesto. Gracias mi gato bello, por darme una lección de vida tan importante.
La vida es más dulce y feliz, cuando viene con ronroneo. Garantizado.
Amar un gato, es amar los contrastes. Es entender la dulzura de una criatura salvaje. Es comprender como se toca, pero con los ojos. Como se ama, pero no se invade.
Mi dulce gata, mi bella niña, contigo es mejor cada día.
Una linda nariz, unos largos bigotes, unas orejas atentas para ignorarte. Una lengua que raspa y unas patas que hay que respetar. Esos son los componentes principales de la felicidad.
Un buen día no está completo, sin el suave ronroneo y el estridente maullido del hambre.
Llegaste en el bolsillo de mi sweater. Y ahora, ocupas todos los espacios de mi casa y mi corazón. Querido michi, te quiero con todo mí ser.
Conquistaste mi corazón, desde el primer maullido. Y ese amor, con los años, solo ha crecido.
Sin duda los gatos son ángeles del cielo, capaces de hacerte conocer el amor. Equipados con pequeñas navajas, pero ángeles.
Este triste o feliz, mi gato siempre viene a mí. A recordarme que con amor, todo es mejor.
Mi gato, mi pequeña bola de pelos, te amaré hasta el final de los tiempos.
Amor tiene cuatro letras. Gato también. ¿Casualidad? Es posible, pero no lo creo.
Orgullosa de mi pequeño cazador, querido gato te quiero con todo mi corazón.
Mis días son perfectos. Me despierto con tus maullidos y me duermo con tu ronroneo. Más que un gato, eres al amor con patas.
Ningún instante con un gato, es un momento desperdiciado. Todos te llenan el alma y te colman de amor. Gracias michi, por tanto.
Los gatos son fascinantes, misteriosos y juguetones. Con ellos no hay un momento de aburrimiento o de tristeza. Transforman todas tus penas, en dulces recuerdos.
Así como me llenas la ropa de pelitos, me llenas el corazón de amor. Mi dulce gato, te quiero con el alma.
Sin duda y sin pena, lo puedo afirmar. Un pequeño felino, hace más feliz el hogar.
Diversión y alegría, saltos, ronroneos y maullidos. Un gato te da todo lo que puedes necesitar y un poco más.
Todos mis días son felices, porque al llegar a mi hogar me recibe un coro de maullidos. Estos pequeños, son mi compañía preferida. Los amo con todo mi corazón.
A mis lindos mininos, los quiero como a mis hijos. Son pequeñas bolitas de pelo, dicha y felicidad.
No son gatitos, son mis niños. Y los quiero más de lo que puedo explicar. Mi corazón es feliz con cada maullido del día.
Anvorguesos, michi, gato o como lo quieras llamar, estos seres me llenan de felicidad. Y siempre ocuparán un lugar especial, tanto en mi corazón como en mi hogar.
Mi michi lindo y hermoso, llegaste a mi vida y todo lo mejoraste. Llegaste a mi hogar y de amor lo llenaste. Te amo hasta el infinito.