Amada madre, a un año de tu partida, tengo la certeza que desde el cielo me has estado bendiciendo, día tras día. Quiero que sepa que has sido mi mayor inspiración y mi mejor ejemplo en esta vida. Te extraño con todo mi corazón.
Brindamos un homenaje solemne, a un ser ejemplar. A un año de tu partida de este mundo terrenal, madre mía, te recordamos con el mismo cariño y amor de siempre. No estás aquí con nosotros, pero sigues en nuestras mentes y corazones. Te amamos.
Conocimos a una verdadera madre, quienes tuvimos la fortuna de ser tus hijos. Al pasar un año, recordaremos tu fallecimiento con dolor, pero con el impulso para seguir adelante y dar el ejemplo de lo grandiosa que fuiste. Te extrañamos con el alma.
Ya transcurrió un año de tu fallecimiento, querida madre, sin embargo las personas como tú nunca desaparecen, están siempre presentes con nosotros. Te amamos y sabemos que tú nos seguirás acompañando desde el cielo.
Madre bella, a un año de tu fallecimiento, nuestros corazones siguen adoloridos y quebrantados. Pero saber que estás en un mejor lugar y que nos estas esperando para un reencuentro, es nuestro sustento para continuar adelante. Te amamos.
A un año de tu fallecimiento del mundo terrenal, estamos rememorando con orgullo lo más hermoso de tu siembra y cosecha, es nuestro homenaje a tu despedida. Querida y bella madre, nos haces falta cada día. Te amamos y extrañamos, por siempre.
Después de un año seguimos llorando tu ausencia pero siempre recordándote como la fuente de las alegrías en nuestras vidas. Nunca te olvidaremos, fuiste la mejor madre del mundo. Te amamos y extrañamos, desde el fondo de nuestros corazones.
Amada madre, a pesar de haber transcurrido un año de tu muerte, sabemos ahora más que nunca que contamos con tu presencia espiritual y protectora. Que desde el cielo, nos llenas de bendiciones, en cada momento de nuestra vida.
En este homenaje, hermosa madre, a un año de tu muerte, te prometo que lograré ser cada día un mejor humano, como lo fuiste tú para nuestros seres queridos. Un ejemplo de vida, que mantendré en el futuro. Te amo.
A pesar de que ha pasado un año de tu fallecimiento, amada madre, tu recuerdo sigue intacto y latente en mi corazón y mi mente. Sigues siendo la fuerza que me anima a seguir. Nunca te olvidaré.
Un año de tu muerte, madre día. Puede parecer poco, pero para mí fueron décadas de estar sin ti. Ha sido doloroso, pero tu ejemplo ha sido mi impulso para seguir creciendo. Siempre estarás en mi corazón.
Mi amada madre, a un año de tu partida, nunca has salido de nuestra mente y nuestro espíritu. Cada acto y decisión de mi vida la hago pensando en ti. Nunca dejarás de ser mi mejor ejemplo a seguir. Te amo.
A pesar de haber pasado un año de nuestra despedida, madre mía, sé que sigues estando a mi lado y que tu cobijo nunca ha dejado de arroparme en las noches. Te prometo que nunca te olvidaré. Te amo.
Madre, fuiste y serás la mejor persona que he conocido en mi vida, un ejemplo para cualquiera que te haya conocido. Eres la fuerza que me mantiene a seguir adelante. Aquí, en mi corazón, estás más presente que nunca.