Mi amigo de risas y disparates, mi cómplice de vida, te has marchado de este mundo mucho antes de lo previsto. Mi existencia cambió el día que te conocí y tampoco será la misma ahora que has fallecido. Te extrañó con todo mi corazón.
En mi memoria siempre estarán los buenos momentos que compartimos. Eras más que un amigo, eras parte de mi familia. Pasamos por tantas cosas, buenas y malas, eras mi apoyo, mi calma y mi fortaleza. Tu recuerdo vivirá en mí, hasta el día de nuestro reencuentro.
Nada podía prepararme para este día. Siempre pensé que estaríamos juntos hasta el final de nuestros días. Aunque no podré verte envejecer, en mi corazón siempre vivirá el recuerdo de nuestra amistad. Gracias por todo.
Contigo conocí una mano amiga, encontré un brazo donde llorar y una persona siempre dispuesta a apoyarme. Te extraño mucho. Gracias por haber estado en mi vida. Descansa en paz, querido amigo.
Un día llegaste a mi vida, casi sin proponértelo. Un amigo en el que encontré a otra familia, la familia que te regala la vida. Hoy, ya no te encuentras en este mundo y la tristeza me invade. Me harás falta por el resto de mis días. Te quiero.
Hoy no quiero llorar tu muerte. Hoy quiero honrar tu vida. Mi querido amigo, tu vida estuvo llena de alegrías, risas y emoción. Y con ese espíritu llenaste nuestras vidas. Te extrañaremos.
Aunque es grande el dolor de tu partida, te recordaremos siempre por tus mejores características. Amigos como tú, son pocos en la vida. Qué maravilla fue conocerte. Me harás falta todos los días. Te quiero.
Gracias por enseñarme el significado de la palabra amistad. Tu fallecimiento, es un día que siempre será triste en mi vida. Pero tus recuerdos, siempre serán felices. Te extrañaré.
Los amigos son la familia que elegimos para nosotros mismos. Sin duda, puedo decir que es un honor haber ocupado ese lugar en tu vida. Más que un amigo, eras mi hermano del alma. Te extrañaré, hasta el que nos volvamos a encontrar.
Es un triste momento, este que vivo con tu muerte. Amigos como tú, son pocos en la vida. Pero, por ello son aún más especiales. Te extrañaré mucho.
Tu muerte me ha tomado por sorpresa, no pensé que tendría que vivir este día. Nos faltaron muchas aventuras por vivir, querido amigo. Mucha energía que gastar, muchas risas que soltar. No puedo creer que hoy me faltes, te extrañaré por siempre.
De conocidos, pasamos a amigos y de ahí nos convertimos en familia. Es por eso, que el dolor de tu muerte me embarga el alma. Te extrañaré y recordaré por el resto de mi vida, querido amigo.
Nos conocimos jugando, crecimos juntos y crecimos frente a los ojos del otro. Amigo, no sería quien soy hoy día, sin tus consejos y palabras de aliento. Gracias por haber estado en vida, aunque el tiempo haya sido poco, fue lo máximo para mí. Hasta luego, te extrañaré.
Querido amigo, poco fue el tiempo que compartimos. La muerte hoy nos separa, pero mi cariño hacia ti, permanecerá intacto. Descansa en paz.