Jesús dijo: Soy la resurrección y la vida. El que cree en mí aunque esté muerto, vivirá. Aquí reposa tu cuerpo pero tu alma subió al cielo a por siempre vivir y brillar.
Como una oveja del Señor sabemos que nada te faltará y que en preciosos prados de verdes pastos Él te hará descansar. Paz a tu alma.
Rogamos al Señor que te mantenga cerca, bajo su manto, bajo su protección, porque un ser tan maravilloso como tú merece ver la cara y estar cerca de Dios.
Cerquita de Dios y muy profundo en nuestro corazón. Descansa en paz por favor. Esto es un hasta luego, nunca un adiós.
Abandonaste este mundo de dolor para seguir el llamado del Señor y vivir en un reino de paz y amor. Vuela alto.
Desplegaste tus alas y regresaste al cielo de donde te habías caído en primer lugar. Nos dejaste un vacío pero jamás te vamos a olvidar. Conocerte fue un privilegio sin igual.
Frases para poner en lápidas
Como una estrella fugaz fuiste parte de nuestras vidas por tan solo un instante nada más. Pero brillaste tan fuerte que jamás te podremos olvidar.
Fuiste luz y como toda luz brillaste e iluminaste la vida de todos los que tuvimos la dicha de conocerte y amarte. Siempre vamos a recordarte.
Desapareciste en cuerpo pero jamás lo harás de nuestros recuerdos. En nuestra mente y corazón tu esencia maravillosa seguirá viviendo.
Para mí no te has ido y nunca te irás ¿Cómo si en mi corazón por siempre reinarás?
Una vida a tu lado no habría sido suficiente. Todos los que te amamos lo seguiremos haciendo por siempre.
Aquí descansa una persona especial, que sembró en los corazones de quienes la amaron amor, esperanza y paz. Un legado de luz que nunca morirá.
¿Cómo olvidar tu sonrisa? ¿Tu esencia alegre? ¿Tu existencia colorida? JAMÁS. Fuiste amada (o) y lo seguirás siendo por la eternidad.
Cada vez que la brisa acaricie mi cara sabré que eres tú consolando mi alma. En paz descansa.
Más allá del horizonte tu recuerdo siempre permanecerá, grabado en roca dentro de nuestro corazón habita y nada lo podrá borrar.
Honor a quién honor merece. En vida fuiste una persona maravillosa y por eso tu memoria honraremos por siempre.
No hay palabras para describir lo que significas para quienes te amamos: Un norte, amor puro, alegría, luz… Y eso seguirás significando.
Tu recuerdo palpitará por siempre en los buenos momentos que en vida compartimos y en las maravillas que nos hiciste sentir. Si el cielo existe te mereces un castillo allí.
En vida fuiste una persona maravillosa, buena y dedicada. Te mereces ahora paz para tu alma. Al lado del Señor, descansa.
Dejaste un vacío en nuestro corazón pero siempre vivirás en nuestros recuerdos. Y allá en el cielo te espera paz y regocijo eterno. Así que no lloraremos pero por siempre te amaremos.
Vivirás por siempre en cada recuerdo, en cada sonrisa que nos obsequiaste, en cada ayuda o consejo que nos brindaste, en cada palabra que nos dedicaste. Nada podrá reemplazarte.
Te convertiste en el más hermoso ángel que el cielo haya visto jamás. De eso no tenemos dudas. Siempre destacas a dónde vas.
A partir de hoy el cielo estrena otra estrella. Sabemos que serás la más radiante y bella. Para tu alma, paz eterna.
Vuela alto, alto, muy alto. Hasta las puertas del cielo que para tí sin duda abrirán con agrado.
Hasta el infinito y más allá. Vuela alto, tanto como quieras. Algún día volveremos a compartir y lo haremos cuando la vida sea eterna.
Tus restos reposan aquí pero sabemos que ahora eres libre cual colibrí. Y por eso aunque estemos tristes también nos alegramos por tí. Vuela alto, vuela tranquilo, vuela feliz.
Algún día nos volveremos a encontrar. No importa si es en el fin de los tiempos, los que te amamos tanto ese día con ansias vamos a esperar.
Siempre fuiste fuente de inspiración para los demás. Y justamente por eso jamás te vamos a olvidar. Que tu alma descanse en paz.