El maullido que hoy falta en mi casa, lo veré reflejado en las estrellas. Hasta siempre, gatito mío.
Quien no conoce el amor de un gato, jamás entenderá el dolor de su partida. Y en esta casa, estamos hoy más tristes que nunca.
Este hogar no será el mismo, sin esas patitas que brincaban por todas partes. Sin esos maullidos para levantarte. El vacío que dejas, nada lo podrá llenar.
Llegaste a mi vida como una bolita de pelos, que entraba en mi mano. Entre ronroneos te ganaste mi corazón. Y hoy, tu ausencia, me parte el alma. Te extrañaré siempre.
Querido michi, que cruzas el puente arcoíris, sigue tu camino. Sé que ahora estás bien y eso de alguna manera, un día, me dará consuelo.
He sido inmensamente afortunada de conocer el amor de un gato. Un amor sin posesión. Un amor que extrañaré cada día a partir de hoy.
Mis días no serán iguales, sin tus maullidos y sin tus ronroneos. Con tu partida, dejas un gran dolor en mí. Te querré por siempre.
Mi querida gata, mi dulce compañera en cada momento de mi vida, que triste me dejas con tu muerte. Gracias por todo lo que sin palabras, hiciste por mí.
El amor de un gato y su humano, no tiene comparación. Entre ronroneos y caricias, se crea una relación, que ahora tristemente ha terminado. Te extrañaré en cada momento del día.
Cuando llegaste a mi vida, toda mi rutina cambió. Con tus exigencias de comida y tus ganas de dormir conmigo. Ahora gatito bonito, ya no estás y mi rutina se siente vacía. Que tristeza tan enorme siento por tu partida.
Los mejores regalos de la vida, maúllan. Y la prueba más grande que tenemos, es el día de despedirlos.
Mi corazón se siente triste, ante tu partida querido michi. Pero sé que con el tiempo, solo recordaré la felicidad que me dejaste. Te quiero hoy y siempre.
No despertar con tu suave ronronear, ha sido un nuevo dolor en mi pecho. Esta tristeza es igual de grande que el amor que sentí por ti. Hasta pronto, querido gato.
Mi pequeña pantera, mi formidable cazadora, te has ido de este mundo y nos has dejado un gran vacío. Tus hermanos gatunos y tus humanos, siempre te recordaran con inmenso amor.
Durante años, fuiste mi fiel compañero y me harás muchísima falta. Quien diga que los gatos son desapegados, es porque nunca ha tenido uno. Mi alma llora por tu partida y las palabras no alcanzan para expresar mi dolor. Te extrañare, querido michi.
Conocí la felicidad con tu suave pelaje y entendí de límites con tus afiladas uñas. Mi querida gata, aprendí tanto contigo mientras estuviste en mi vida, que nunca podré olvidarlo. Hasta siempre, minina.
Mi dulce gato, que dolor me causa tu muerte. Te extrañaré todos los días, hasta reencontrarnos en el cielo.
Cada día se siente vacío, sin tus maullidos. No duermo igual, sin tenerte a mi lado. Mi amado gato, te extrañaré siempre.
No imaginamos que un pequeño gato, sería tan importante en nuestras vidas. Más que una mascota, fuiste un familiar. Hoy lloramos tu muerte, esperando volverte a encontrar en la siguiente vida.
Mi amado gato, es amargo el momento de tu partida. Por siempre recordaré la dulzura de tus ronroneos y el calor de tu cariño.
Mi querida gata ha cruzado el umbral de la vida y la muerte. Es enorme la tristeza que me embarga al pensar que no podré disfrutar más de su suave compañía. Hasta siempre, hermosa.
Cuando llegaste a este hogar, no estábamos preparados para un gato. Ahora, no estamos listos para vivir sin ti. En ambos casos, nos las arreglamos lo mejor que podemos. Te extrañaremos gatito.