No estás leyendo esto por casualidad. Tómalo como una señal. Dios valora tu esfuerzo, sigue luchando y Él te ayudará. Lucha hasta tus metas alcanzar.
Quiérete hasta el cansancio, ámate y valórate. Date tu lugar. Eres especial, una persona sin igual. Quise venir a recordártelo no lo vayas a olvidar.
Dios nos creó a su imagen y semejanza y por eso podemos brillar con su luz. Tú también puedes, no hay excepciones.
Esta publicación te la dedico a tí, que estás luchando. La creé para recordarte que Dios está de tu lado.
A todo el que esté luchando vengo a recordarle, que Dios ante todo procurará su bien. Por eso sigan adelante que su lucha han de vencer.
Corre, y si no puedes, trota, y si no puedes, camina. Hazlo a tu ritmo, pero hazlo.
Tú puedes con todo. Dentro de tí están las herramientas que te permitirán vencer contra todo.
No sueñes en pequeño, sueña en grande y mantente enfocado en ese sueño. Te mereces realidad hacerlo y sé que lo lograrás. Simplemente no desistas sin importar nada.
Hasta la montaña más alta conquistarás, si no pierdes de vista tu meta. Si luchas sin parar. Lucha y ganarás.
Los únicos que fracasan en la vida son los que dejan de intentarlo ¿Vas a desistir a sabiendas de que luchando podrás lograrlo?
Si te sientes cansado, descansa. Pero no abandones. Recupérate y continúa. Después de la batalla más dura siempre viene la recompensa. Dios sabrá compensar tú valentía en tus peleas
Luchando, siempre luchando. Y me mantendrá así hasta saber que he ganado.
Aquí estoy, batallando mis guerras. Y no desistiré hasta vencerlas.
Lucha sin desistir. Lo mejor está por venir.
Si luchas hasta el cansancio, lograrás lo que otros apenas y están soñando.
Si diste con esta publicación tómalo como una señal de que estás por lograrlo. E insiste, insiste hasta hacerlo un hecho.
Si estás comprometido con tu sueño, que nadie te impida realidad hacerlo. A los que en tí nunca creyeron les obligarás a creer cuando lo hayas logrado. Tú solo no permitas que te desanimen hasta que hayas triunfado.
Tienes lo que se necesita. No dejes que nadie te haga creer otra cosa, si siquiera el que más insista.
Brillas con tanta intensidad que los envidiosos que te rodean temen que los opaques sin más. Por eso tratarán de que desistas, tú ignórales. Concéntrate en brillar y nada más. Así muy lejos llegarás.
Hoy estás cansado pero puede que en poco tiempo tus logros estés celebrando ¿Qué acaso eso no te da motivos para seguir? Sigue. La fórmula del éxito es insistir.
Si nadie más cree en tí, mírate al espejo y convéncete de que sí puedes. Si tú lo crees no caerás en sus redes. No creerás las palabras de los que no te apoyan porque desean verte fallar. Convéncete de que puedes y vas a triunfar.
En tu interior se esconde el poder de todo triunfador: La determinación. Ella puede conducirte lejos.
No hay meta que no puedas lograr si te comprometes contigo a poderla alcanzar.
A quién tienes que convencer de tu valía es a tí mismo. Cuando te convenzas de ella serás un triunfador invicto.
Seca tus lágrimas, anímate y sal a brillar aunque al principio sea con poca intensidad. Tú tristeza se irá, el dolor pasará, no te dejes derrotar.
Nunca dejes de creer en tí y llegarás hasta donde quieras. No habrá enemigo ni obstáculo que te venza.
No temas, Dios nunca va a abandonarte. Tú solo sigue luchando hasta vencer porque cada vez que resbales Dios te va a sostener.
No importa si tienes miedo. Todos lo tenemos. Lo que tienes que hacer es seguir y él miedo dejará de ser un obstáculo para tí.
Eres más grande que cualquier obstáculo. Si quieres lograr algo en tus manos está, simplemente no te olvides de tu valía ni dudes de tu capacidad…
La única manera de que no lo logres es que te rindas. Si no te rindes lograrás cualquier cosa en la vida.
Puede que a veces no parezca de esa forma pero Dios siempre te está ayudando, tu bien está procurando. Él está allí contigo mientras estás luchando. Si le necesitas intervendrá, mientras tanto se mantendrá observando porque quiere verte evolucionar. Tú sigue y nada más…