No hay mejor fiesta que aquella donde la locura reina.
Las mejores fiestas son aquellas donde la cordura merma.
¿Dónde está la diversión en irse de fiesta y no perder allí la razón?
No hay diversión en una fiesta si la razón gobierna.
Permítete perder la cordura un poco, vete de fiesta y disfruta. La vida es solo una.
Las fiestas locas son las más memorables; son inolvidables…
En las fiestas locas vivimos de verdad, vivimos al máximo, sucumbimos a la felicidad. Las únicas preocupaciones allí son reír, beber y bailar… Deberían haber más fiestas como estas.
Celebremos la vida en una fiesta donde reine la demencia, la locura, la falta de cordura. Disfrutemos y ya, disfrutemos sin más…
¡Qué ganas tengo de ir a una fiesta! Pero no a una tranquila; a una desenfrenada, loca y en exceso divertida.
¡Qué ganas tengo de irme de fiesta! Pero no a una fiesta cualquiera, una donde todo el mundo enloquezca, donde pueda bailar y reír hasta que amanezca y donde recuerde detalles, apenas…
Brindo por aquellas fiestas tan locas que después de que te despiertas no recuerdas casi ninguna cosa, pero que te dejaron una emoción cálida en el corazón.
Brindemos porque la fiesta no termine hasta que amanezca y porque todo el mundo enloquezca para mayor diversión. ¡A bailar, sí señor!
Un brindis por esos amigos que comparten contigo las noches de fiesta más locas y que hacen tu vida divertida y grandiosa.
Sin locura la fiesta no se puede llamar fiesta sino una mera celebración.
Sin locura la fiesta no dura.
Sin locura la fiesta no se disfruta.
Renunciemos un rato a la cordura, dejemos que nos invada la locura, vámonos de fiesta y hagamos nuestra vida menos dura.
Por esas fiestas desenfrenadas, ruidosas, divertidas, locas… Que de una u otra forma marcaron nuestra vida. Las que nos permitieron saborear lo bueno de la vida… Brindo por ellas.
No temas perder la cordura en la fiesta. La primera regla de los fiesteros es que lo que pasa en la fiesta en la fiesta se queda. Así que no tienes nada que temer, disfruta, lúcete.
Merezco una corona, que me conmemoren por ser el alma de las fiestas locas.
Soy el alma de las fiestas locas… Y me encanta.
No estoy cuerda ¿Y qué importa? Soy el alma de las fiestas locas. A toda fiesta donde voy añado pizcas de mi locura y aumento la diversión.
Al menos una vez en la vida tienes que disfrutar de una fiesta loca, desenfrenada y divertida… De lo contrario te perderás uno de los mejores momentos de la vida.
La vida es una sola, por eso de cabeza me lanzo a las fiestas locas.
No hay desamor que no se cure en una fiesta loca, ruidosa, colmada de amigos y de alcohol. Estas son fiestas que curan el mal de amor.
Me dejó pero no voy a llorar. Voy mejor a celebrar en una fiesta porque estoy loca de atar. Que se preparen los invitados porque la fiesta conmigo enloquecerá.
¿Quién dijo que solo se va de fiesta el viernes y el fin de semana? Me voy de fiesta cuando me da la gana. Mientras más loca sea mejor. Yo sí sé disfrutar de la vida, sí señor…
La locura es imprescindible en las fiestas. Es gracias a ella que estas se vuelven divertidas y buenas.
La locura y la diversión son imprescindibles en las fiestas de ensueño.
Hoy no duermo, hoy en la locura me pierdo. Me voy a celebrar. Que empiece ya la fiesta, quiero bailar.
¿Qué sería de la vida sin las fiestas locas? Sin esas fiestas donde disfrutaste tanto que tienes con eso para ser feliz años y años.
¿Qué sería de la vida sin las fiestas locas? Sin esas fiestas que te dejan buenos recuerdos, que le dan sazón a tu vida…