Tu vileza no podrá jamás contra mi astucia, aunque actúas de manera oculta, no podrá perjudicarme tu argucia.
Atacarme constantemente de manera oculta, solo denota tu bajeza y el temor que tienes de enfrentarme caca a cara.
Con tus viles amenazas, no podrás colocarme mordazas, tengo valor para enfrentarte y de este espacio desterrarte.
Tu despreciable accionar, que se esconde entre las sombras de la mala fe, no podrá destruirme, tengo la fortaleza para en la adversidad poder erguirme.
Frases para Enemigos Ocultos
Ser precavidos ante los enemigos que acechan a escondidas, es un deber de cada uno, es, más aún, ley de vida.
No existe maleficio que a escondidas, y, con premeditación y alevosía, pueda destruir la suerte mía, por tanto, busca otra vía.
La envidia pone en evidencia, a los enemigos que tratan de actuar de manera oculta.
Esos deseos ocultos que hacia mi diriges, aún cuando gozan de la maldad que te caracteriza, no me harán daño, pues con Dios ando, y se los lleva la brisa.
No te esmeres tanto en desearme mal, no es más que perder el tiempo, dedícate a algo que valga la pena.
Detrás de los muros de la perfidia, se esconde el más rastrero enemigo, que por envidia del talento, intenta de manera desproporcionada y urgida, atestar el puñal de la traición.
Toda persona debe estar preparada, ante las contingencias generadas por las malas acciones, de quienes, a escondidas, se han declarado sus enemigos.
El peor de los enemigos, es el que ataca a escondidas, por tanto, actuar con cautela es norma de vida.
Bajo la capa de la envidia, se encuentra quien a escondidas, se ha convertido en tu enemigo.
La peor de las bajezas está reservada, para quienes habiéndose declarado tu enemigo, actúa contra ti de manera alevosa, en total secreto.
Aun cuando me aceches de manera clandestina, no podrás mermar mis intereses, con tu actitud mezquina.
Detrás de la figura de un envidioso, se esconde el enemigo más vigoroso.
En tu clandestino y vano intento, de provocarme el desaliento, te diré en este momento, que no haces más que perder el tiempo.
En tu rastrera y vaga pretensión, de dañar mi reputación, no podrás mermar mi condición, de ser ejemplo de la nación.
El enemigo oculto, acecha en los rincones más recónditos, esperando el instante preciso para atestar el puñal envenenado por su mala voluntad.
La mala fe y la maledicencia, son las características de los enemigos que tras el velo de la maldad, esperan el momento preciso para verter su crueldad.
Todo enemigo oculto, no es más que un pobre ser, carente de noble talento.
Todo mal deseo, que hacía mí procuren dirigir, no es más que un intento fallido de quien me quiere destruir.
A mis enemigos ocultos les digo, que inviertan su tiempo en cuestiones de mayor provecho.
No es digno de ser llamado señor, aquel que a escondidas procura la traición, llamarlo rufián, parece ser lo mejor.
A mis despreciables enemigos clandestinos, les digo que: se obtengan de actuar en mi contra, pues pierden su tiempo, y lo que es aún peor, su dignidad.
Cada mala acción , que a escondidas ejecute tu enemigo, se le revertirá, y más temprano que tarde, su vileza se notará.
Tus malos deseos a mí no me afectan, mientras que a ti, un veneno te inyectan.
Aun cuando tras el velo de la envidia te escondas, tendré en cuenta que está allí un enemigo, que se revierta todo tu mal, será tu castigo.
Resulta un acto vergonzoso, que seas mi enemigo y te ocultes, miserable vanidoso.
Intentar perjudicarme, es el peor error, de quien por ser mi enemigo, trata de manera desesperada de actuar con sigilo.
Un enemigo que actúa a escondidas, no es más que un miserable cobarde.
Tu maledicencia no me afectará, más bien hacia ti se revertirá.
Mantén al margen a quien por intuición sientas que tiene malas intenciones hacia ti, es muy probable de que te encuentres frente a un enemigo oculto.
Es un deber de cada persona sensata, estar atentos ante la desdicha de tener que toparse con quienes pretenden a escondidas hacerles mal, y más aun, actuar con cautela.
No existe mala intención que pueda afectarme, da la cara si quieres enfrentarme.