Acabo de cerrar mi corazón con un fuerte candado y la llave pienso arrojarla al mar. El amor duele demasiado, prefiero decirle adiós a seguir sufriendo sin parar.
No sé si es posible vivir sin amor, pero estoy a punto de averiguarlo. Me cansé de sufrir por amor. Me estoy despidiendo de él, a él estoy renunciando.
Quería un amor bonito de novelas o cuentos de hadas. Quería, pero ya no quiero nada. Me despido del amor porque de sufrir no quiero saber más nada.
El fin del amor llegó para mí. No le entregaré mi corazón a nadie de nuevo, entendí que es mejor así. Prefiero mi propia compañía antes de volver a sufrir.
Quería que fueras mi mejor y más bonita historia de amor y heme aquí, diciéndote adiós. No puedo creer que terminó. Me duele porque aún: TE AMO
Frases para decirle Adiós al Amor
Adiós al amor: Tiempo atrás temía a la soledad. Hoy en día temo al amor porque aprendí que es este el que verdaderamente me puede dañar.
Prefiero una vida sin tí que una vida a tu lado siendo muy infeliz. Ojalá me hubieses amado como yo a tí. Adiós, me cansé, huí. Renuncio al amor y a tí.
Hoy le digo adiós al amor. Si alguien quiere conquistarme tendrá que luchar arduamente para que cambie de opinión (Secretamente esperaré al indicado)
Hoy le estoy diciendo adiós al amor. No pienso tolerar más daño así que cierro indefinidamente a partir de este momento mi corazón.
Por tu culpa tengo que decirle forzosamente adiós al amor. No puedo amar de nuevo cuando eres tú cuanto quiero. Y dudo que el tiempo cambie eso.
Mi adiós más difícil ha sido este. Despedirme de tu amor cuando lo que quiero es que te quedes. Duele, realmente duele…
Qué difícil es el adiós cuando aún se está enamorado. Pero si el amor se ha acabado mejor es aceptarlo.
Soñé tener un amor bonito y me propuse ver ese sueño cumplido. Hoy después de tantas decepciones renuncio. Le digo adiós al amor. No quiero saber más de él porque me siento destruido.
Le digo adiós al amor al decirte adiós a tí mi amor. Creo imposible volver a amar cuando te estás llevando todo mi corazón.
Ya me haces falta y apenas te estoy diciendo adiós. Pero prefiero una vida de desamor que de sufrimiento. Adiós amor, dulce tormento.
Es difícil decirle adiós al amor cuando lo que verdaderamente quieres es un futuro unidos. Pero en toda guerra hay que saber cuándo rendirse y en esta he perdido. Adiós amor, sé feliz, te lo pido.
Lo quise todo contigo, pero ya no sientes lo mismo y es doloroso saberlo y seguir unidos. Amor de mi vida, con el alma herida de tu amor me despido.
Si desde el principio hubiese sabido que ibas a salir de mi vida esto tanto no dolería. Pero me prometiste muchas cosas y por las promesas incumplidas me duele más esta despedida. Adiós amor de mi vida. Contigo le digo adiós para siempre al amor en mi vida.
Adiós amor, esta es la despedida. Me despido de tí porque no quiero más sufrimiento en mi vida. Abrazaré a la soledad, mi única buena compañía.
Te amé y te amo, pero decirte adiós es lo más sano. Me despido con el corazón herido y con miedo de no poder superarlo. Tal vez contigo al amor estoy renunciando.
Es el adiós, la despedida. No obstante siempre te recordaré y lo haré con la mejor de mis sonrisas. Será difícil vivir sin más amor en mi vida.
Cupido te lo advierto, si vuelves a flecharme por cada lágrima que derrame te cobraré al instante. Me he despedido del amor así que no vengas a molestarme.
No me gusta sufrir, no soy masoquista. Las decepciones me empujaron a ser realista. La historia romántica de amor que deseo no se hará realidad. Sabiendo eso prefiero despedirme del amor, no quiero ilusionarme nunca más.
El amor de cuentos de hadas que tanto esperé no existe. Lo sé porque deposité mis últimas esperanzas en tí y tampoco cumpliste. Me despido de mis sueños de amor y del amor mismo. Tengo el corazón triste.
Solo puedo decir adiós sabiendo que el amor es así, impredecible. Se termina cuando menos lo esperas y solo te deja dolor y una sensación de vacío increíbles.
El fin de nuestro amor, el adiós que tanto temía llegó. Me despido. No hay opción. Pero me quedo con los recuerdos y con el ferviente deseo de que no sea cierto.