Mi espada, mi armadura, mi protector. Todo eso es mi Señor Dios. Lo llevo conmigo en mi corazón y es por eso que siempre salgo ganador.
Mis enemigos huyen de mí porque saben que Dios me acompaña y que no les permitirá hacerme daño ni hoy ni mañana.
Todos los triunfadores tienen un lema que les motiva a no rendirse, a luchar hasta vencer… El mío es el siguiente: Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí? Es un lema poderoso que me hace sentir apoyado por mi Dios maravilloso hasta en los caminos más tumultuosos.
Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí? Ese es mi grito de guerra, el que me ha llevado a vencer mis batallas más intensas.
Si me oyen gritar Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí? Prepárense, porque significa que estoy más que preparado para luchar hasta ganar.
Si Dios está conmigo quién contra mí
Si me oyen gritar Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí? Prepárense para verme brillar sin fin. Significa que algo estoy determinado a hacer y que estoy confiado en que nada ni nadie me puede detener.
No hay mayor seguridad en un campo de batalla que saberse apoyado por Dios, el Salvador, cuando Dios lucha junto a nosotros, ni el más poderoso de nuestros enemigos logra salir airoso.
Me esforcé, me caí, me levanté, luché y gané. Todo con el apoyo de Dios, con Dios como mi apoyo ¿Qué no podré hacer yo? ¿Qué batalla no podría ganar? ¿Qué enemigo podría temer enfrentar?… con Dios como mi apoyo no temo a nada en la vida.
Si Dios está allí para mí ¿Quién contra mí? Sí Dios está conmigo tendré fuerzas sin fin, si Dios está conmigo nada podrá derrotarme. Por eso por favor Dios, acompáñame a todas partes.
Si Dios está cerca de mí nada ni nadie puede derrotarme. Sí Dios está cerca mis enemigos temen enfrentarme pero yo no temo porque nada ni nadie me lastimará ni derrotará con Él como mi soporte. Por eso de Dios siempre me hago acompañar. Él en mi mente y mi corazón siempre está.
Cuando me siento perdido repito: Nada puede derrotarme si Dios viene a acompañarme. Esa frase me recuerda que Dios siempre está allí para mí y dejo de tener miedo. Lucho entonces con lo que sea y me siento bien de nuevo ¿Quién más confía en Dios con tal devoción?
Antes de tomar una decisión importante me aseguro de recordar esta frase: Si Dios está de mi lado el enemigo ya está derrotado. Y ello me motiva a seguir porque me ayuda a no olvidarme de que sin importar lo que pase Dios estará allí para mí.
No temo luchar contra un obstáculo importante porque siempre me encomiendo a Dios y sé que Dios me va a apoyar. Con Dios a mi lado todo obstáculo puedo disipar..
Con Dios como mi aliado ¿Quién podría estar en mi contra?, con Dios como mi aliado nadie se atrevería a tratar de dañarme. Recordármelo me ha hecho tomar las decisiones correctas así conlleven dificultades inmensas.
La compañía de Dios me asegura amparo y protección. Ese es el lema que me ayuda a ganar mis batallas porque me hace tener muy presente que si Dios está conmigo nunca seré vencido.
La compañía de Dios garantiza mi seguridad, su poder inmensurable a mis enemigos aleja. Él no permite que el mal de mí esté cerca.
Con Dios como mi guía, mi soporte y compañía nada podrá prevalecer en mi contra por muy fuerte que sea.
Dios es mi armadura, mi protector, mi guía, mi compañía en cada misión que emprendo ¿Cómo voy a tener miedo? Nadie podría así vencerme en ningún momento.
Con Dios como mi compañero, guía y protector nunca corro ningún riesgo, con Dios como mi soporte, mi salvador nada puede derrotarme ni ahora, ni luego.