Las Mejores Frases de la primera guerra mundial

Durante los días de la primera guerra mundial, sobre la tierra llovieron balas y la tierra se cubrió de sangre. Esas balas llevaba impreso el grito de hombres que cayeron en batalla.

En los días de la primera guerra mundial el viento traía el lamento de niños que quedaban huérfanos y de madres que perdían hijos.

En los días de la primera guerra mundial una danza de metralla y fuego sobre la tierra cayó. Las grandes potencias del mundo se aliaron en contra de una nación que los desafió.

Frases de la primera guerra mundial

Frases de la primera guerra mundial

Hitler se llamaba quién con astucia y palabra se creyó Dios. Fue en una guerra de honor y sangre que al Nazi derrotó.

Resuenan en el aire los lamentos de franceses, británicos, estadounidenses y aliados. Fue la primera guerra mundial el terreno de batalla donde su último aliento dejaron.

Lecciones que con sangre, dolor y lágrimas se aprendieron. Fue la primera guerra mundial una batalla donde Hades fue el verdadero ganador.

La primera guerra mundial, fue el escenario donde el hombre se dio cuenta del precio debía pagar la humanidad en nombre de la paz.

La guerra nunca debe ser la respuesta al odio, ni la bandera de la libertad. No existirían las guerras si las naciones se preocuparan en fomentar lazos de amistad.

Quienes fueron a la primera guerra mundial y sobrevivieron, nunca pudieron regresar a casa como cuando se fueron. Los horrores de la guerra se fueron tras ellos, de la misma forma que un cazador sigue a su presa.

El viento se convirtió en un látigo que golpeó con fuerza el rostro de los hombres que lucharon en la primera guerra mundial. El sol nunca volvió a brillar para ellos igual y los cielos ya no fueron más azules.

No se puede celebrar haber ganado una guerra como la primera guerra mundial, sin honrar a los caídos en batalla.

Nadie quiere la guerra como fin último de una confrontación. La humanidad debe cambiar, para que la carta de la guerra ya no esté sobre la mesa.

Cuán costoso es el precio de la paz, que para conseguirla a veces es necesario derramar mucha sangre.

La guerra no ennoblece a los hombres; los convierte en perros y envenena el alma.

La primera guerra mundial fue una pérdida de millones de vidas humanas en nombre de la paz.

La humanidad cuando es oprimida, no debería alcanzar la paz y su tranquilidad solo a costa de las armas de la guerra.

La primera guerra mundial fue para el mundo una noche sin estrellas con un amanecer poco resplandeciente. Un mundo de paz y hermandad debe ser nuestro sueño, aunque sea lejano.

La humanidad se empeña en destruirse, a veces luchando en una guerra por cosas que no deberían importar. Los hombres que lucharon en la primera guerra mundial, lucharon por fronteras invisibles que muchos no pudieron ver.

Hay quienes ven un pájaro moribundo y piensan que la muerte a todos llega, mientras otros se llenan de regocijo porque pronto acabará su sufrimiento. Quien fue a la primera guerra mundial y volvió, jamás olvidó lo  que allí vivió.

Nadie ríe ante campos pintados de rojo y hombres caídos. La primera guerra mundial fue un cuadro dantesco que nadie quiso pintar de víctimas que no se pudieron contar.

Quién puede la hazaña del mayor asesino de la humanidad: la guerra. Retumban los cañones y el fuego de metralla de la primera guerra mundial sobre la cabeza de inocentes.

La guerra descansa sobre la paz, es una frase infeliz utilizada para justificar la primera guerra mundial.

Se debe poder vencer a un enemigo sin derramar sangre, para eso Dios nos hizo racionales.

Cuando celebremos la paz y no la guerra, la humanidad tendrá esperanza.

No se puede hablar de la primera guerra mundial y justificar la perdida de tantas vidas humanas, quién no vivió los horrores de la misma.

La guerra siempre ha sido y será un medio feroz y brutal de alcanzar la paz. Todo comienza cuando se tiene la convicción de que todo se justifica por la paz.