Gracias Dios, por todo lo bueno y malo, sin tí no tendría nada pero gracias a tí tengo tanto.
Lo bello, lo alegre, lo raro, lo difícil, lo amargo… Todo te lo agradezco señor. Gracias por cada bendición o lección.
Lo negativo hay que agradecérselo a Dios igual que lo positivo, porque si nos pasa es por algún motivo. Dios no deja nada al azar. Todo lo que nos sucede es acorde a su maravilloso plan.
Mi gratitud es muy grande hacia mi Dios. Yo le agradezco con fervor por todo lo que me pasa, por las cosas dulces y las amargas porque nada me pasa sin razón. Siempre todo me encamina hacia una gran bendición, Gracias mi Señor.
Gracias Dios, por todo lo bueno y malo, te estoy tan agradecido que no sabría ni medir cuánto. Es que amo mi vida, con sus cosas buenas y altibajos. Me encanta vivir, me encanta tanto…
Gracias Dios por todo lo bueno y malo
Amo vivir porque eso me ha permitido experimentar cosas maravillosas: Alegría, amor… tantas cosas. No importa lo malo, eso también aprendí a apreciarlo, por eso te doy las gracias Dios, por todo lo bueno y lo malo.
Dios, siempre estás pensando en mi bienestar con cada cosa buena o mala que me das. Lo sé, por eso te quiero agradecer: Gracias Dios, por todo lo bueno y lo malo. No sé cómo pagarte por tanto.
Si sólo agradeces a Dios por lo bueno y no así por lo malo, entonces no has madurado o no has querido comprender que lo bueno o malo que Dios permite para tí una beneficiosa razón esconde. Agradécele por todo. Él siempre te está cuidando de algún modo.
Gracias Dios, por todo, por lo positivo y lo negativo que me pasa. Te debo gracias infinitas, te agradezco que me hayas permitido vivir mi vida, no hay nada que no te tenga que agradecer.
Infinita gratitud te debo mi Padre Amado, mi Dios adorado, te doy las gracias por mis días más felices y por los amargos pues confío en que todo lo que me pasa por tu voluntad, hacia una infinita bendición me va a encaminar, gracias de verdad.
Gracias Dios, por lo positivo y lo negativo también, por cada pequeña cosa, sé que todo lo que me pasa está alineado con el plan que para mí tienes deparado y confío en ti con el alma, estaré esperando con calma a que tu voluntad prevalezca.
Aquí, confiando fervientemente en mi Dios, feliz de todo lo que me ha dado y lo que me dará, de las cosas livianas y de las amargas, de los días de tormenta y los de calma… Le estoy agradecido por todo.
Gracias Dios, por mis días felices y tristes, por las cosas bellas y las difíciles, por tus dones y regalos y por aquellos obstáculos que me has procurado, los que pones en mi camino para que pueda superarlos. Todo eso me ha ayudado a llegar a donde estoy y a ser quien soy. Gracias, Señor.
Gracias Dios misericordioso, por cada regalo, el bueno y el malo. Por todo lo que has hecho por mí, todo lo que me has dado me ha ayudado a ser una persona mejor, me ha traído hasta aquí. Te lo agradezco con el corazón.
Gracias Dios, por mis días alegre y por los tristes. Sé que cada cosa que permites para mi vida, cada cosa que me das es un regalo. Si bien no me agrada lo malo siempre me deja alguna lección así que te agradezco por eso también, Señor.
Yo no le agradezco a Dios solo lo bueno y reniego de lo que me desagradó. Yo le agradezco por todo, por lo bueno y lo no tan bueno, porque hasta lo que no me gusta algún beneficio trae consigo.