Si practicas el perdón hacia tus hermanos, le será sencillo a Dios perdonar tus propios pecados.
El perdón nos conduce directamente hacia Dios.
¿Pides y esperas el perdón de Dios y no eres capaz de perdonar de corazón? Tienes que dar para recibir, siempre ha sido así.
El camino hacia Dios y hacia la salvación es practicar el perdón de corazón. No podrás ser salvo si en el transcurso de tu vida vas contaminando cada vez más tu alma con sentimientos malsanos, con odio, con rencor… Aprende mejor a perdonar, no esperes ni un día más.
Si te es muy difícil perdonar a tus hermanos recuerda que tú también te has equivocado, que has pecado y que Dios te ha perdonado ¿Por qué no seguir su ejemplo de amor, perdonando?
No querrías que Dios te negara su perdón si en verdad lo necesitaras ¿Verdad? ¿Entonces por qué te es tan difícil perdonar? Si quieres perdón perdona tú también, libérate, te sentirás realmente bien.
Dios es compasivo y misericordioso, como tal, espera eso mismo de nosotros, espera que sigamos su ejemplo, que perdonemos… Si hay algo que tienes que perdonar este es el momento de hacerlo.
Este mensaje fue escrito como una señal de Dios para pregonar el perdón. Si lo lees es porque hay algo que necesitas perdonar y debes hacerlo ya. Perdona, libérate ahora.
Dios es amor y perdón. El no ve con buenos ojos el rencor, Él quiere que el corazón de todos esté libre de dolor y odio y la única forma de librarse de ello es dejando ir el enojo, perdonando, perdonándolo todo…
Si Dios perdona todos nuestros pecados ¿Quién somos nosotros para no perdonar a nuestros hermanos?
Dios no fomenta el odio, Él pregona el amor, Dios no es vengativo y rencoroso el fomenta el perdón. Perdona.
Dios fomenta el perdón, si nos arrepentimos de verdad nos libera de nuestros pecados y nos hace salvos. Siguiendo su ejemplo debemos también perdonar la injuria que nos hayan causado ¿No lo crees? Perdona, Dios quiere que lo hagas.
Dios nos perdona para que aprendamos también a perdonar. Así nos muestra la forma de nuestra alma liberar, de no dañarla con la carga que representa odiar.
A veces el dolor que nos causan es tan grande que nos es difícil perdonar, pero si pones de tu parte lo lograrás, con ello te estarás librando de un gran malestar. Dios desea eso para tí, desea verte libre de rencor por fin ¿No quieres hacerlo feliz?
Cada injuria que no perdonas es una carga que llevas a cuestas. Libérate de ellas, perdona, deja ir… Si no te vez capaz de hacerlo pide ayuda a Dios y Él con seguridad te asistirá orgulloso de tí, feliz de que sigas sus enseñanzas al fin.
Dios nos perdona para que aprendamos también a perdonar. Así nos muestra la forma de nuestra alma liberar de esa gran carga que representa el odiar.
Si amáramos y perdonáramos como Dios nos ha enseñado este sería sin dudas un mundo mejor para todos los humanos.
Perdono porque Dios me enseñó a perdonar y yo seré fiel a sus enseñanzas mientras viva.
Dios es compasivo y nos ha enseñado con eso, compasión, por eso en esta vida todos estamos preparados para practicar el perdón. Si crees que del rencor no te puedes liberar es porque no lo has intentado. Hazlo y podrás. El perdón también es una decisión que debes tomar.
El odio marchita el corazón y envenena el alma. Por eso Dios nos ha enseñado a perdonar. Por eso deberíamos practicar el perdón en esta Tierra sin parar…
Dios quiere protegernos de todo lo que nos aleja de Él. El rencor es una de esas cosas. Por eso Él te invita a perdonar. Hazlo, lo necesitas.
El que pide perdón a Dios de corazón, lo recibe. Si Dios a todos perdona ¿Por qué tú no puedes también? ¿Qué no vez que odiar no te hace ningún bien?
Perdona. Hazlo un hábito y otros seguirán tu ejemplo. Es una excelente forma de agradecerle a Dios por ser tan bueno. Él quiere que nuestro mundo se colme de perdón. Hazlo posible con tu granito de arena por favor.