¿Qué necesitas sacar a tu familia adelante sola y no sabes qué hacer? ¿Qué no hay a tu lado alguien que vele por tu bien? Te estás olvidando de Dios, no estarás sola, Dios te estará ayudando, Él siempre apoya a las mujeres valientes como tú.
Dios está orgulloso de tí mujer valiente, está orgulloso de la forma en que luchas tus batallas tan arduamente y de que aún agotada sigues tratando con tu familia sonriendo reluciente. Aguanta un poco más. Una gran bendición de su parte te espera.
Dios sabe por lo que estás pasando, Él te está observando, te está cuidando. Sigue adelante mujer valerosa, continúa luchando fervientemente porque el apoyo divino no te faltará, y con un apoyo tan grande ten por seguro que vencerás.
Eres valiente, una luchadora, saldrás adelante aunque te sea difícil creerlo ahora. Dios estará contigo, Él siente un cariño desmedido por las mujeres valerosos como tú y por eso si se lo pides te ayudará con prontitud. Lejos con su apoyo podrás llegar, ya lo verás, acude a Él y lo comprobarás.
Dios para mujeres valientes
Deja de temer ahora mujer, no tienes por qué hacerlo, no estás sola ni ahora ni lo estarás después ¿Acaso te has olvidado de Dios? Dios te auxiliará, sé valiente y lo comprobarás. Él siempre les da todo su apoyo a las mujeres valientes que acuden a Él con fe.
Dios protege con mesura a las mujeres valerosas que acuden a Él por su ayuda.
Dios admira a las mujeres determinadas, a las que sacan a su familia adelante sin importar qué, Él por eso las ayuda y vela por su bien.
Dios admira a las mujeres valientes, a esas que si pierden su camino se fabrican entonces un puente. Él se sorprende con su iniciativa y por eso vela por ellas con creces.
Dios vela y cuida a las mujeres luchadoras, a esas que se levantan tras haber tropezado y siguen su camino sonrientes y soñadoras, a las que les rompen el corazón y siguen amando con creces y a toda hora… A esas Dios de todo las protege.
Dios protege y vela por las mujeres fuertes, las que nada temen o aquellas que aún temerosas hacen lo que deben, admira a las que les han dado mil razones para odiar pero siguen amando fervientemente. A esas las bendice con creces.
Dios apoya a las mujeres fuertes, a las que tienen el alma partida pero sonríen reluciente para no angustiar a los que las quieren. Procura a ellas guiarlas y protegerlas siempre. Sólo desea su bien.
Dios auxilia a las mujeres valientes, se convierte en su armadura y las ayuda a salir triunfantes y sonrientes de cualquier situación que de alguna forma les afecte.
A las mujeres intrépidas, seguras, luchadoras Dios con todas sus armas las protege a todas horas.
La valentía de una mujer es valorada grandemente por Dios, es una capacidad que puede conducir a todas ellas muy lejos porque Dios simplemente las alienta a que perseveren hasta que venzan, hasta que superen cada obstáculo que en su camino se presenta.
Dios simplemente desea para las mujeres que luchan fervientemente un bienestar colosal. Admira que luchen por lo que necesitan y por eso las ayuda sin dudar.
Dios vigila de cerca las acciones de una mujer intrépida, de una mujer valiente, de una que quiere superarse. Y cuando lo necesita está más que dispuesto a ayudarle y guiarle. Él no abandona a una mujer así sin importar qué.
Dios ama con todo a las mujeres luchadoras, las que son sufridas, cuida de cerca su espíritu reluciente y procura su bienestar. Es que ama su esfuerzo y su dedicación sin igual, Él sabe que nada se puede comparar a la firme voluntad de superación de una mujer que por ella y su familia quiere luchar.
Hasta Dios a veces se sorprende, de que una frágil mujer pueda llegar a ser tan valiente, voluntariosa, decidida… Las mujeres no tienen fuerza física pero sí una voluntad desmedida y por eso Dios las admira y cuida.
Las alarmas de Dios se encienden cuando por alguna razón llora una mujer valiente, si hay algo que a Él le disgusta son esas lágrimas, de inmediato comienza a trabajar para darle razones para reír y que se olvide de llorar.
Un ángel protector vela por las mujeres que luchan sin cansarse arduamente porque el deseo de Dios es que se mantengan a salvo siempre.