Por este ser querido, que no está con nosotros en este mundo pero desde el cielo nos ha estado bendiciendo día tras día. Las personas como tú no mueren, están siempre presentes con nosotros y sabemos que tú siempre nos vas a acompañar desde el cielo en las buenas y las malas.
Hoy en tu triste y doloroso fallecimiento, te aseguramos que esta no es una despedida, sino un hasta luego y que pronto nos reuniremos en el cielo. Te quiero mucho.
Tu partida me dejó un vacío en el corazón, pero la esperanza de vernos pronto en el cielo lo llena de fuerza para continuar. Hoy no estás conmigo en este mundo terrenal, pero sé que desde las alturas, me observas y protegerás en cada dificultad que tenga. Te extraño.
A pesar de tu partida, siempre serás una de las personas más importante de mi vida. Estoy seguro que nos volveremos a reencontrar en el cielo. Hasta ese día, te extrañaré con todo mi corazón.
Frases para alguien que está en el cielo
Una persona tan maravillosa como tú, a pesar de su muerte, no tiene otro destino que el cielo, y sé que pronto nos volvemos a ver en compañía de Dios. Hoy en tu triste y doloroso fallecimiento, te aseguro que, ésta no es una despedida, sino un hasta luego y que pronto nos reencontraremos. Te quiero.
A pesar de no estar hoy físicamente con conmigo, sé que estas acompañándonos y cuidándonos desde el cielo, en compañía de nuestro Dios. Te amamos.
Tengo la certeza que desde el cielo me has estado bendiciendo, día tras día. Tu presencia me acompaña en cada momento. Quiero que sepas que has sido mi mayor inspiración y mi mejor ejemplo en esta vida. Te quiero.
A pesar de tu muerte, las personas como tú nunca desaparecen, están siempre presentes con nosotros. Sabemos que tú nos seguirás acompañando desde el cielo y eso nos reconforta. Te amamos.
Te extraño incondicionalmente cada día. La esperanza de saber que me estas esperando en el cielo, junto a Jesucristo, es la fuerza que necesito para ser mejor persona cada día. Te quiero.
Tu partida me entristece el alma. Aunque todos los días son dolorosos, siento tu compañía desde el cielo para consolarme en los momentos más tristes. Rezo todos los días para que en el momento de mi partida, Dios me acepte en el cielo para volverme a encontrar contigo.
No tengo duda que, desde el cielo nos estas observando y protegiendo. Yo desde la tierra, rezo todos los días para poder reencontrarnos, junto a nuestro Señor Jesucristo. Te extraño con todo mí ser.
Tu partida marcó una cicatriz incurable en mi corazón. La esperanza de volvernos a encontrar en el cielo, es el bálsamo que me calma el dolor. Hoy, como siempre, te extraño y amo con todas mis fuerzas.
A pesar que sé que me cuidas y me observas desde el cielo, te extrañamos y te recordamos todos los días con amor y con la dicha de haberte conocido. Siempre fuiste alguien muy especial para mí y ansío volver a verte. Tu partida me duele en cada parte de mi cuerpo, pero poder reencontrarme contigo en el cielo es lo que me impulsa a seguir. Te quiero.
El tiempo de Dios es perfecto, y si no estás hoy con nosotros, a pesar de todo el dolor que sufrimos, es porque él te necesita al lado suyo en el cielo. Sin embargo, sabemos que pronto nos volveremos a ver. Te amamos.