Agradecimiento a Dios por Sanación

Le debo a Dios poder estar aquí hoy, le debo el sentirme mejor, le debo mi sanación, mi recuperación… Esta segunda oportunidad… Gracias Señor, prometo no desperdiciar este bello regalo que me quisiste dar.

Me creía perdido pero Dios tenía otros planes para mí. Gracias mi Dios, por sanarme, por otra oportunidad brindarme.

Le debo a Dios mi sanación, Él me salvó, permitió mi recuperación. Dios es bueno, le debo agradecimiento eterno.

Me salvaste mi Dios, me sanaste. Gracias, gracias por no abandonarme. Te estaré agradeciendo hasta quedarme sin voz y después de ello te seguiré agradecido en mi corazón.

El proceso fue difícil y doloroso. Por momentos desconfié, lo reconozco y te pido perdón por eso, Señor. Pero al final me salvaste mi querido Dios. Me permitiste sanarme, me regalaste un poco más de tiempo aquí en la Tierra y por ello te agradeceré la vida entera.

agradecimiento a Dios por Sanación

Ni el diagnóstico más desfavorable me hizo perder la fe, nunca desconfié de mi Dios. Hoy mi confianza fue recompensada con mi total sanación. Gracias Señor.

No todo está perdido, puedes sanar. Te lo digo yo que le debo a Dios el haberme podido recuperar. Este mensaje de fe es mi forma de agradecerte por sanarme mi Dios radiante.

Dios es grande, a Él le debo haber podido sanarme. Gracias mi Dios, por haberme dado este regalo de sanación, lo aprecio mucho, lo aprecio con todo el corazón.

Dios me ha hecho el milagro, me ha sanado. Agradecerle no es suficiente, hay que celebrarlo en su honor. Estoy tan feliz. Gracia mi Dios, gracias por haberme concedido mi anhelada sanación.

Agradezco a Dios por mi sanación, porque si lo logré, fue por su intervención y estoy consciente de ello.

Sin tí no habría sido posible mi Dios, gracias por haber permitido mi sanación, por guiar a los médicos que me atendieron, por siempre haberme brindado consuelo. Gracias.

Hoy es un día excelente para agradecer a Dios en nombre de todos los pacientes que le deben a su intervención, su sanación. Te damos las gracias en su nombre Señor.

Oremos en agradecimiento a Dios por todos aquellos pacientes que han encontrado sanación con su intervención, por su infinito poder y consideración. Gracias Dios, gracias por tus milagros, gracias por salvarlos, por salvarnos…

Detengamos un minuto lo que estamos haciendo para agradecer a Dios por haber brindado otra oportunidad a todos los pacientes que han librado una ardua batalla contra la enfermedad y han salido victoriosos. Démosle gracias, todos.

Si no hubieses guiado a los médicos, si no me hubieses apoyado, si esperanzas no me hubieses dado, me habría rendido, habría perdido la batalla, no me habría recuperado. En su lugar, te mantuviste a mi lado, por eso te agradezco mi Dios, gracias por mi sanación, me salvaste Señor.

Sin tu apoyo e intervención no habría sido posible mi sanación. Por eso te agradezco Señor, siempre te estaré agradecido.

Mi esperanza de sanación era lejana, pero Dios quería que me salvara. Él me guió en el proceso, me de dio fuerzas para soportar todo eso. Hoy estoy completamente sanado y todo se lo debo a Dios, mi salvador. Gracias mi Señor.

Si hoy soy capaz de hablar, de reír, de llorar, de respirar… Se lo debo a Dios. En medio de la más ardua enfermedad me brindó apoyo y protección. Te estoy infinitamente agradecido por eso señor.

Gracias mi Dios, por este regalo de sanación que has traído hoy a este hogar, por bendecirnos de esta forma tan especial. Gracias de verdad.

Nos negamos a abrazar el desconsuelo y en su lugar oramos con el más puro fervor. Dios por ello nos recompensó con un milagro de sanación. Gracias Señor, gracias por salvarle hoy.

El poder de Dios es infinito, inconmensurable… Teniendo absoluta fe en ello le rogamos el que pudiera salvarse y nos lo concedió. Le debemos al Señor un gran milagro de sanación. Gracias, gracias Dios.